
Hay datos que con solo mirarlos muestran claramente cómo ha sido una carrera, sin necesidad de verla y sin necesidad de que nadie cuente nada. El Campeonato de Europa en línea de la categoría junior ofrece uno de esos datos. 282 corredores se daban cita en la ciudad italiana de Verbania en la línea de salida de la prueba en línea de los europeos. A penas 3 horas y media después finalizaba el Campeonato de esta categoría. Tan sólo 76 corredores cruzaban la línea de meta. La causa principal de que más de 200 corredores no terminaran la prueba fue la unión entre la fuerte lluvia que arreció durante toda la carrera y la dureza del recorrido.
La prueba se disputaba sobre un circuito de 21’6 kilómetros al que los corredores daban seis vueltas para completar los 129’6 kilómetros totales del Campeonato. Un recorrido abrupto con tramos especialmente duros. “Había tres zonas muy duras, una subida de 2’5 kilómetros, luego un repecho de unos 500-600 metros muy duros también, y una última subida de un kilómetro que también hacía mucho daño. Además las bajadas eran muy técnicas y todo complicado por la lluvia. En la segunda vuelta los organizadores estuvieron a punto de suspender el Campeonato ya que había incluso balsas de agua en el recorrido que llegaban a cubrir casi media rueda” relataba Antonio Cabello al llegar a España.
Pero si por algo estuvo marcada la carrera fue por las caídas, casi todas provocadas por la lluvia. De entre todos los afectados por las caídas, Pablo Lechuga, el jienense del Andalucía-Cajasur, era el peor parado, ya que tenía que ser traslado a un hospital en ambulancia con un fuerte golpe en la mano izquierda y que se saldaba con un dedo roto.